Mis hijos me abandonaron para quedarse con la herencia de su padre: en la lectura del testamento, yo reí el último
Comienza la historia
Cuando mis hijos me dejaron, persiguiendo la herencia de su padre, me dolió, pero lo veía venir. Siempre estuvieron pendientes del dinero; incluso sugirieron hace diez años que vendiéramos la casa.
En la lectura del testamento después de su funeral, mantuve la calma, sabiendo algo que ellos no sabían.
Lo que estaban a punto de saber lo cambiaría todo, y me moría de ganas de ver sus caras.
La tranquila bienvenida de Diane
Cuando Diane entró en el acogedor salón, se fijó en las caras ansiosas de sus hijos. "Hola a todos"
, dijo con una cálida sonrisa, la voz firme y tranquila. Mark y Susan intercambiaron miradas de expectación, con sus pensamientos muy alejados.
En la habitación se respiraba urgencia y codicia. Diane, sin embargo, mantuvo la compostura, ocultando lo que sabía: que tenía la clave de una verdad oculta que aún no habían descubierto.
La emoción susurrante de Mark
Mark se inclinó hacia su hermana Susan, conteniendo a duras penas su excitación. "Ha llegado el momento, la gran recompensa"
, susurró con impaciencia. Susan asintió, con los ojos brillantes por la esperanza de conseguir por fin el dinero.
Su conversación estaba llena de alegre expectación, mientras especulaban sobre lo que revelaría el testamento de su padre.
Parecían no darse cuenta de la atenta mirada de Diane, que seguía en silencio cada palabra susurrada.
El frío despido de Susan
Susan puso los ojos en blanco mientras miraba a Diane, desdeñosa de aquella mujer que ahora le parecía insignificante para sus planes. "
Parece que sólo está aquí para aparentar", murmuró a Mark. Su padre era la única persona que le importaba a Susan, y ahora ya no estaba.
En la mente de Susan sólo quedaba la fortuna que había dejado. Diane siguió observando su comportamiento sin decir palabra, esperando el momento oportuno.
Observancia silenciosa de Diane
Diane observó en silencio la creciente impaciencia en la sala, sus ojos se movían de Mark a Susan. Ella sabía algo que ellos ignoraban, un pequeño secreto que pronto saldría a la luz.
Mientras sus hijos se perdían en sus sueños de riqueza, Diane encontraba cierto placer en la anticipación de lo que estaba por venir.
Permaneció en silencio, dejando que la tensión aumentara, sabiendo que la verdad pronto pondría su mundo patas arriba.